La noche del 19 al 20 de junio del 2020 estaba en la cama intentando dormir, pero era imposible debido a que, más que nunca, los perros de uno de los  vecinos no paraban de ladrar. Uno de ellos lloraba y el otro ladraba de una manera que parecia querer  pedir ayuda, digo esto porque después me enteré que el perro que lloraba, me dijeron que estaba enfermo. Desconocía quien era el propietario de los canes, de modo que decidí levantarme y salir a la calle para averiguar de dónde procedían los aullidos y así al día siguiente poder hablar con sus dueños. La investigación fue efectiva, pues se trataba de la segunda casa de mi domicilio.

Aquella noche era muy serena y el cielo estaba estrellado como pocas veces, así que salí al patio para ver si localizaba la Osa Mayor, pues estaba preparando un artículo en el que explicaba también el hecho mitológico de que Júpiter había convertido a Calisto en la citada constelación de la Osa Mayor.

Mientras miraba al cielo la sorpresa fue ver un grupo de aves que volaban en formación triangular de aquella manera que unas pocas van delante y las otras les siguen a ambos lados formando un triángulo, pero rápidamente pensé que las aves no disponen de luces y el aparato que volaba sí que las llevaba.

Era evidente que se trataba de un tipo de nave aérea desconocida para mí, aunque en aquel momento no pensé en absoluto que se pudiera tratar de una nave voladora procedente de otros mundos, en absoluto, tampoco me  imaginé a un marcianito verde con ojos grandes y negros y cabeza sin pelo que podía descender y raptarte, al contrario me imaginé un recinto de gran lujo, equipado con elementos de diseño y tecnológicos de última generación, con personas de talante  superior al de los humanos de base.

Me imagine un interior algo parecido al último piso de un rascacielos de Nueva York  que  debido a unas circunstáncias especiales tuve ocasión de conocer, pero  evidentemente la nave equipada con elementos mas modernos .

Quedé fascinada al observar la rapidez con que aquella aeronave surcaba el tramo de cielo que alcanzaba ver y la suavidad y silencio con que lo hacía, parecía propulsada simplemente por el aire sin necesidad de ningún empuje mecánico producido por motores.

Este acontecimiento aconteció a la 1,15”  de la noche del día 20 de junio del 2020 y el sentido en que viajaba la nave aérea era de este a oeste y la altura del vuelo diría que era más bajo que el que siguen los aviones comerciales. Esta experiencia me produjo una gran satisfacción por el hecho de constatar que se puede volar de manera muy rápida, suave y silenciosa, pensé, acorde con la última generación en tecnología aeronáutica, aunque esta evidentemente sea  de selectivo o  exclusivo uso.

Me sorprendí  también de que no afloraron en mi mente las influencias culturales que he visto en películas, documentales y también en algunos tratados de científicos independientes, al contrario, sentí que estaba viendo navegar un aparato aéreo singular d’origen terrestre y tal vez de ultima generación.

Decir que fué  curioso el hecho de que sin que lo buscara, dos dias después  encontré en un libro de los años setenta la imagen del avión Concorde[1] que pensé  me iba al dedo para ilustrar  la idea de aquella nave  voladora  que vi  el día 20 de junio de este desconcertante y atípico año 2020.

Imagen algo parecida, sin la parte de la cabeza, a la observasa en el cielo de la Bisbal y con luces añadidas, se trata del ahora inexistente Concorde (Rosa Masana)

Otra sorprendente casualidad  relacionada con este evento sucedidia  hoy dia cuatro de agosto del 2022. Estava onservando un video reportage  publicado en  Youtube titulado ‘ The Cosmic Secret de David Wilcock ‘ al llegar a una hora 44 minutos de retransmisión,  hablaron sobre la creación de naves voladores  y  presentavan una breve  filmacón.  La gran sorpresa fué  observar que el diseño de dichas naves voladoras  era coincidente por no decir exato  al que vi passar por La Bisbal  d’Empordà  hacia dos años , en concreto  era el dia  20 de junio.

Presentamos una imagen ontenida del video mencionado en ella podemos ver que en la  cubierta o parte superior de estas naves aparece  diseño realmente sugerente de una cabeza de toro, ¿ pueden  estos diseños estar relacionados con la palabra toroide  referida en  algunos sistemas energèticos o con el lepton Tau  por sus particulares característica ?  Quién sabe !

Naves voladoras en forma de triangulo. Imagen extraida del video The Cosmic Secret de David Wilcock

 

Desconozco el motivo pero decir que aquella nave que cruzo en sentido Norte a Sur  pasando por La Bisbal d’Empordà, me sugirió que podía estar efectuando  una ruta que bien pudiera ser des de Groenlandia o de  otra parte  más alta del Polo Norte y que    com  rumbo línea recta pudiera  cruzar  África y Madagascar para llegar  en algún territorio  del  Antártico en el Polo Sur.

Hipotetico viaje del Artico al Antartico

Considerando el tipo de propulsión tan suave y sin ningún ruido de motores  de la nave junto con las hipotéticas comodidades internas que posiblemente dispomia, no sería de extrañar que pudiera hacer este viaje, así como otros  similares o de mayor envergadura.

 Evidentemente esta narración  se trata de una hipótesis, fruto de la imaginación y de los cielos  despejados de algunas  noches de verano.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas


[1] El Concorde 001 era un avión de Transporte supersónico (SST) de la compañía Air France que estructuralmente estaba equipado de alas doble delta y motor Rolls-Royce turboventilador, era conocido también como El Cisne blanco. Su primer vuelo experimental fue el día 2 de marzo de 1969, cuando partió del aeropuerto de Toulouse (Francia). Los primeros vuelos regulares fueron Paris-Rio de Janeiro y según consta efectuaron vuelos simultáneos junto con la compañía British Airways de Londres el día 21 de enero de 1976. Fuente: Decennium. Nuestro siglo, años 70. Plaza & Janés, 1985.
El día 25 de julio del año 2000 el Concorde con número de vuelo 4590 salió del aeropuerto Charles de Gaulle de París en dirección al aeropuerto de John F. Kennedy en Estados Unidos. Una pieza metálica situada a la pista de despegue fue la causa de ruptura de una parte del fuselaje, haciendo que se estrellara en Gonesse en un accidente en que murieron 109 pasajeros y cuatro personas que estaban en tierra.
Durante un viaje a las Azores, sabíamos cada día cuando eran las cinco de la tarde debido al ruido que hacían los motores del Concorde al aterrizar en la isla de Santa María, decian para recargar combustible.

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