Uno de los manobras constructores de la chimenea industrial de la bóbila Almirall de Terrassa inaugurada en el año 1956, fue Francisco Gálvez Quesada, empresa situada en la Avenida “Ángel Sallent” del barrio de la Maurina. Esta estructura fue diseñada y erigida con el objetivo de permitir la suficiente capacidad de tiraje de los dos hornos de cocción de ladrillos que poseía la empresa.
Esta pieza ha sido motivo de inspiración para artistas de la escultura, pintura, poesía y artesanía diversa. Citamos solamente un verso que hizo la señora Elvira Ros que hace también mención a heroico Currito.
La noticia del accidente publicada en el semanario El Caso
El mes de septiembre después de consultar la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España, pude encontrar el artículo de Carlos Ortiz que había publicado en el desaparecido periódico El Caso, número 423 del día 16 de junio de 1960, con el titular: Heroico gesto de un obrero catalán i acompañado de seis fotografías.
La revisión del documento nos ha permito ampliar la información de los hechos sucedidos durante aquel trágico día. Uno de los cuales hasta ahora desconocíamos como el nombre de otro joven de 29 años que también intento ayudar a Pilar Gómez Vizcaino de 20 años. El joven se llamaba Lluís Teixidor Magem y era vecino de Sabadell y tuvo más suerte que Francisco Gálvez que pudo escapar de la zona de peligro.
Cuando Francisco Gálvez sufrió accidente, su mujer Antonia Moya Fernández hacía dos días que había sido madre y el periodo nos informa que Antonia fue ayudada por la familia, hasta que le concedieron una vivienda de la Obra Social de Nuestra Señora de Montserrat y a pesar de su condición de viuda pudo seguir adelante por ella misma. Adjuntamos la fotografía de la página del semanario.