Un grup d’infermeres/rs del Vallès Occidental, van participar en una jornada cultural organitzada per la Delegació del Col·legi Oficial d’infermeria de Barcelona a Terrassa per commemorar el dia Internacional de la Infermeria. Va consistir en fer una caminada que anava des del claustre de l’hospital de Sant Llàtzer de Terrassa fins l’ hospital del Tòrax.
La infermera Carme Ramon va escriure una crònica on explicava els detalls de les esmentada caminada i molt amablement ens l’ha lliurat un resum perquè pugui ser consultat.
Clicar a: Resum caminem fent historia dia 21 maig 2016.
Un fet entranyable succeït durant la diada.
El mes d’abril de l’any 2016, havia incorporar en aquest mateix bloc un llibre digital que parlava de l’ Escola d’infermeria -ATS- de l’hospital del Tòrax de Terrassa, centre on hi vaig exercir com a cap d’estudis (1979-1983).
Al final del llibre hi ha incorporada las poesia del pacient Julio Giménez que he tingut guardada durant 30 anys titulada “Todo es mentira” que li va ser publicada al número 1 de la revista el Ventanal de l’any 1954 que editava el propi hospital.
La sorpresa ha estat saber que Joan Vila, ex- alumne de la Escola d’infermeria del l’hospital del Tòrax, hagués volgut recuperar l’esmentat poema per llegir-lo durant la diada de les infermeres a les portes de l’hospital del Tòrax , centre on Julio Giménez hi havia estat ingressat .
Comentar que la seqüència dels fets no es poden deixar indiferents.
La poesia “Todo es mentira”
La noche, abismo sin fondo, de ternas ansiedades, comparte la soledad inmensa del poeta y le brinda, generosa, el consuelo de un ensueño que mitigue suavemente su dolor.
La brisa murmura su canción llena de ritmos de silenciosos y rumorosos ecos…
Y el follaje –misterioso como el de una deidad pagana– se entreabre, susurrando a la luna su dulce confidencia de amor.
¡Sueña! ¡Vive! ¡Goza! Parece decir el murmullo de sus voces sin palabras.
¡Ama! ¡Siente! ¡Sueña! Y el poeta percibe una sombra que se acerca a su lecho solitario hecho de sueños, nubes, espumas y pétalos de rosa.
Ya se ve. Se hace forma. Es su Musa, que se viste de Estrella y en su frente se posa. El destello de un rayo la transforma en Mujer. Divina por sus gracias, que invitan al Amor –sentimiento que nos eleva a la cima de los sublimes anhelos y nos hunde en los abismos de los torpes deseos. El silencio hecho eco repite las voces incitantes de la brisa, que se abre como un surco en el viento, sobre un fondo de ramajes oscuros recortados del paisaje que iluminan estrellas y luceros. ¡Sueña! … ¡Ama! … ¡Goza!… dice una y otra vez el vientecillo gentil que estremece las hojas sin despertar a los alados moradores de sus ramas altas envueltos en las sombras clandestinas – ¡Goza!… ¡Siente! … ¡Sueña! ¡Sueña!
Mecido por las voces de la brisa el poeta se durmió y sonó.
Pero su sueño fue tan breve ¡como un instante de la vida misma! El viento, cómplice del momento de placer por su silencio, dejo oír un suspiro que se perdió en la noche, que agoniza mientras lloran los arboles sus lágrimas rotas de rocío, gemelas de las que vertió el poeta en el erial de sus noches sombrías, mientras del corazón las ardientes notas de una queja hecha versos y escritas con su sangre.
Y es la estrofa de fuego de un poema, que nació con la Aurora misteriosa, como un canto de cisne moribundo que despide a la amada con el mudo reproche de su pena de amor…. ¡Soñar! …. ¡Vivir! …¡Gozar! …. ¡Todo es un sueño!… ¡Pecar! …. ¡Sufrir! …¡Morir!… A pesar del poeta…. ¡Es la única verdad!
Julio Giménez, 1954